miércoles, 7 de noviembre de 2012

LOS DIEZ PRINCIPALES ANIMALES  EN PELIGRO DE EXTINCION

EL ALBATROS

19 de las 21 especies de este animal están amenazadas en todo el mundo, la proporción más alta de especies en peligro de extinción en la familia de las aves albatros son esencialmente aves pelágicas del hemisferio sur. Su distribución comienza aproximadamente desde el Trópico de Cáncer por el norte, y llega hasta el mismo continente antártico. De las trece especies, nueve viven en aguas antárticas y subantárticas y las otras cuatro, en islas volcánicas del Océano Pacífico.

EL ELEFANTE

Aunque el cambio climático y la deforestación son culpables de que la especie se encuentre en esta lista, el principal enemigo del elefante sigue siendo su marfil.
Este es un elemento muy apreciado por las personas que no tienen consideración hacia los elefantes, tan sólo el ganar un buen dinero vendiendo el marfil en el mercado negro, por lo que la extinción de la especie   puede estar más cerca de lo que se piensa.

EL ORANGUTAN

La octava posición la ocupa el orangután. En dos islas de Indonesia donde habita este simio, el cambio climático provoca el aumento de las precipitaciones durante la temporada de lluvias y de los incendios en la de sequía. Los orangutanes, por ser animales lentos, a menudo perecen sorprendidos por incendios forestales.

LA TORTUGA DE MAR


La pesca comercial y la destrucción por el hombre de las áreas de anidado en las playas amenazan con acabar con una especie que lleva 150 millones de años habitando la Tierra
El actual descenso del número de tortugas marinas del Pacífico es un ejemplo de la mayor extinción de una población de animales vista desde hace muchos años. Su desaparición es casi tan rápida como la extinción del bisonte en América del Norte en el siglo XIX

LOS PINGUINOS



Las cuatro principales especies de pingüinos que viven en la Antártica están amenazadas de extinción a causa del calentamiento del planeta.
El calentamiento es cinco veces más rápido en la Antártica que en el resto del planeta. Esto se traduce, paradójicamente, en avalanchas de nieve más abundantes que perturban el modo de vida de algunos pinguinos.